Los profetas聽dan servicio semejante al de Cristo: usando a Pedro como ejemplo

Kenneth L. Alford

Kenneth L. Alford es un profesor asociado de historia y doctrina de la Iglesia en la Universidad Brigham Young.

Apostle Pedro

El Nuevo Testamento presenta a Pedro actuando primordialmente en su llamamiento como el Ap贸stol principal. Sin embargo, los Evangelios y el libro de los Hechos tambi茅n incluyen incidentes de la vida de Pedro en donde lo muestran dando servicio a las personas que tienen necesidades. Esos breves esbozos sobre el car谩cter de Pedro incluyen: invitar a Cristo a su casa para que su suegra pudiera ser sanada (ver Mateo 8:14-15), Pedro sana a un hombre llamado Eneas en Lida (ver Hechos 9: 32-34), y en Jope, levanta a Tabita de entre los muertos (ver Hechos 9: 36-42).

Los vers铆culos iniciales del cap铆tulo 3 de Hechos relatan un incidente en la vida de Pedro que nos permite conocer m谩s acerca de su car谩cter compasivo. Lucas registra que Pedro y Juan [1] entraron 鈥渁l templo a la hora de la oraci贸n, [o sea] la hora novena鈥 (Hechos 3: 1). Al entrar, su atenci贸n se dirigi贸 hacia un hombre que era cojo desde su nacimiento; un hombre a quien 鈥減on铆an cada d铆a a la puerta del templo que se llama la Hermosa, [2] para que pidiese limosna a los que entraban al templo鈥 (Hechos 3: 2) [3] La hora novena es aproximadamente a las 3:00 p.m. [4] 鈥攍a hora tradicional鈥攑ara ofrecer la oraci贸n de la tarde. [5] Ese hombre pudo haber estado pidiendo limosnas durante todo el d铆a, como posiblemente lo hac铆a todos los d铆as, y es casi seguro que estaba cansado e inc贸modo. Al ver a Pedro y a Juan, les pidi贸 limosna. [6]

Durante varios a帽os, Pedro vio al Salvador bendecir, sanar y ministrar continuamente a las personas con quienes hac铆a contacto. Hab铆a o铆do la frecuente amonestaci贸n de Cristo acerca de mostrar amor y misericordia a fin de bendecir las vidas de otras personas. Pedro hab铆a observado en numerosas ocasiones la forma en que el Se帽or hizo 鈥渁 los cojos andar鈥 (Mateo 15:31), mandar al 鈥減aral铆tico鈥 y bendecir al enfermo al decir 鈥渓ev谩ntate, toma tu lecho y anda鈥 (Lucas 5: 18-26; Juan 5: 2-9). Ahora Pedro se hallaba en el entorno adecuado para 鈥淸ir] y hacer lo mismo鈥 (Lucas 10:37) tal como el Se帽or les hab铆a amonestado. Poniendo toda su atenci贸n en el hombre鈥攕eg煤n Lucas, 鈥渇ijando en 茅l los ojos鈥濃擯edro le orden贸 al hombre 鈥淢铆ranos鈥 (Hechos 3:4). Esperando recibir dinero de Pedro y Juan, el cojo 鈥渆stuvo atento a ellos鈥 (Hechos 3:5).

Lo que Pedro hizo a continuaci贸n debe haber decepcionado, al menos brevemente, al inv谩lido. En vez de recibir algunas monedas, oy贸 que Pedro dijo: 鈥淣o tengo plata ni oro,鈥 (Hechos 3: 6). La decepci贸n inicial del cojo debi贸 tornarse r谩pidamente en agradecimiento y asombro, ya que Pedro continu贸: 鈥渕谩s lo que tengo te doy: En el nombre de Jesucristo de Nazaret, 隆lev谩ntate y anda!鈥 (Hechos 3: 6). Antiguamente, al igual que hoy, el invocar el nombre de Jesucristo con la debida autoridad del sacerdocio 鈥渓levaba el poder y autoridad de la persona鈥 manifestando que 鈥渓os l铆deres de la iglesia tienen, y tuvieron, el poder que una vez obr贸 por medio de Jes煤s. [7]

Demostrando su confianza y fe personal en el poder del sacerdocio, Pedro se agach贸, y tom贸 al cojo 鈥渄e la mano derecha y lo levant贸鈥 (Hechos 3:7). El milagro sucedi贸 inmediatamente. [8] Lucas, el m茅dico y autor del libro de Hechos indic贸 que 鈥渇ueron afirmados sus pies y sus tobillos; y saltando, se puso de pie y anduvo; y entr贸 con ellos en el templo, andando, y saltando y alabando a Dios鈥 (Hechos 3: 7-8). [9] El sacerdocio y la compasi贸n de Pedro hab铆an cambiado positivamente y para siempre la vida de ese hombre.

Charles Lindley Wood, Lord Halifax, alguna vez sugiri贸: 鈥淓l servicio es la renta que pagamos por nuestro lugar en la tierra.鈥 [10] Pedro pudo decir, como lo dijo el rey Benjam铆n en el Libro de Morm贸n, que 茅l 鈥渉ab铆a empleado mi vida en vuestro servicio, [pero] no deseo yo jactarme, pues s贸lo he estado al servicio de Dios鈥 Mos铆ah 2:16). Siguiendo las huellas de Jes煤s

y de Pedro, cada uno de los profetas de los 煤ltimos d铆as han mostrado a otras personas una variedad de servicios compasivos, usualmente en privado. Aunque hay disponibles numerosos ejemplos en las vidas de estos diecis茅is grandes hombres, las siguientes p谩ginas comparten ejemplos de caridad y compasi贸n tomados de la vida de cada Presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los 脷ltimos D铆as, desde Jos茅 Smith hijo, en el siglo diecinueve hasta Thomas S. Monson en el siglo veintiuno.

Jos茅 Smith hijo

Las historias referentes a la bondad de coraz贸n y a la generosidad del Profeta Jos茅 Smith se repiten con frecuencia, pero este incidente, generalmente no es tan conocido. En el a帽o 1838, Jos茅 estaba jugando a la pelota con algunos de los j贸venes locales, que pronto empezaron a cansarse de jugar. D谩ndose cuenta de que estaban perdiendo el inter茅s por el deporte, Jos茅 llam贸 a los j贸venes y les sugiri贸 que en vez de jugar deber铆an 鈥渃onstruir una caba帽a de troncos鈥 para una viuda local; lo cual hicieron prontamente. Edwin Holden, que era uno de esos j贸venes, dijo que tal acci贸n era 鈥渓a manera de Jos茅, siempre ayudando en lo que pudiera.鈥 [11]

Brigham Young

A principios de los a帽os 1860, mientras el Presidente Young caminaba frente a la Oficina de Diezmos en el centro de Salt Lake City, vio a un ni帽o descalzo, que tra铆a 鈥減antalones andrajosos y la camisa rota鈥 y que usaba un sombrero agujerado. El Presidente Young se detuvo, habl贸 con 茅l y entonces lo invit贸 a que lo acompa帽ara hasta su tienda familiar, en donde dio instrucciones al gerente de la tienda para que 鈥渧istiera a este joven con zapatos y calcetines nuevos y con un juego de ropa nueva, una camisa y un sombrero a su medida, y que le diera una camisa extra, dos juegos de ropa interior y otro par de calcetines.鈥 Al retirarse, dijo: 鈥淎hora, jovencito, este caballero te arreglar谩 para que seas el ni帽o mejor vestido en Salt Lake City.鈥 [12] El ni帽o a quien se ayud贸 ese d铆a, Ben E. Rich, posteriormente presidi贸 varias misiones de la Iglesia.

John Taylor

Durante la conferencia general de abril de 1880, el Presidente Taylor anunci贸 que, como parte de la celebraci贸n del quincuag茅simo aniversario de la Iglesia, 鈥渄ebemos hacer algo, al igual que se hizo en tiempos antiguos, para aliviar a quienes est谩n oprimidos por las deudas, para ayudar a quienes tienen necesidades, para romper el yugo de aquellos que se sienten abrumados, y para hacer que este sea un tiempo de regocijo.鈥 Refiri茅ndose a la pr谩ctica del Antiguo Testamento de un a帽o de jubileo, pidi贸 y recibi贸 el voto de sostenimiento para que la Iglesia pudiera 鈥渆liminar la mitad de la deuda total de $ 1.6 millones de d贸lares acumulados en cuentas pendientes en el Fondo Perpetuo de Inmigraci贸n de 鈥渜uienes son pobres y que est谩n sufriendo por las dificultades de la vida.鈥 Tambi茅n aconsej贸 que las personas perdonaran, tanto como les fuera posible, las deudas financieras que se les deb铆an, prometi茅ndoles que 鈥渟i se ponen a trabajar y los alivian tanto como puedan, bajo las circunstancias, Dios les aliviar谩 cuando ustedes est茅n en dificultades.鈥 [13] Su ejemplo y est铆mulo redujeron las cargas financieras de muchos Santos de los 脷ltimos D铆as.

Wilford Woodruff

Wilford WoodruffRetrato de Wilford Woodruff cuando ten铆a cuarenta y tantos a帽os, tomada en Salt Lake City. Siendo m谩s joven, Wilford tuvo la oportunidad de bendecir y cuidar a su joven esposa y a su bebe reci茅n nacido. (Foto tomada por Edward Martin, Biblioteca de Historia de la Iglesia.)

Wilford Woodruff ejerci贸 tanto su fe como su sacerdocio en el a帽o 1838 mientras dirig铆a a un grupo de cincuenta y tres miembros de la Iglesia desde Maine a Illinois. El 23 de noviembre, Phoebe, su esposa, con quien hab铆a estado casado durante un a帽o y medio y que a煤n estaba amamantando a su primer hijo, empez贸 a tener dolores de cabeza muy severos. Su salud sigui贸 disminuyendo d铆a tras d铆a, y para el 1 de diciembre Wilford anot贸 en su diario que parec铆a 鈥渜ue ella exhalar铆a su 煤ltimo suspiro mientras yac铆a en el vag贸n.鈥 脡l 鈥渃lam贸 al Se帽or, y or贸 para que ella pudiera vivir,鈥 y ella se reanim贸. Entonces 茅l encontr贸 un cuarto en una taberna [hotel] para que Phoebe y el beb茅 pudieran descansar m谩s f谩cilmente. Pero a la ma帽ana siguiente, Phoebe pidi贸 que Wilford estuviera a su lado y le dijo que 鈥渟e sent铆a como si en unos momentos fuera a terminar su existencia en esta vida. . . . y todo indicaba que ella se estaba muriendo.鈥 El 茅lder Woodruff 鈥減uso sus manos sobre ella y or贸 por ella.鈥 Ella se reanim贸 y pudo dormir un poco esa noche. El 3 de diciembre, ella 鈥減arec铆a que se estaba hundiendo gradualmente, y en la tarde aparentemente su esp铆ritu dej贸 su cuerpo, y ella estaba muerta.鈥

Al ver con tristeza el cuerpo de su esposa, el 茅lder Woodruff registr贸 que el 鈥渆sp铆ritu y el poder de Dios empezaron a descansar sobre m铆鈥 y 鈥渓a fe llen贸 mi alma, aunque ella yac铆a ante m铆 como un muerto.鈥 Consagr贸 un poco de aceite que ten铆a y ungi贸 el cuerpo de su esposa, puso sus manos sobre ella y reprendiendo al poder de la muerte, orden贸 que 鈥渆l esp铆ritu de vida entrara al cuerpo de ella.鈥 Ella despert贸 y 鈥渄esde esa hora en adelante san贸.鈥 Despu茅s de recuperarse durante unos d铆as, el 茅lder Woodruff dijo que 鈥渆l Esp铆ritu me dijo: 鈥樎ev谩ntense y contin煤en el viaje!鈥欌 Phoebe se levant贸 de la cama se visti贸 鈥渃amin贸 hacia el vag贸n, y continuamos nuestro viaje regocij谩ndonos.鈥 [14] (Phoebe vivi贸 durante otros cuarenta y siete a帽os.)

Lorenzo Snow

Lorenzo SnowLas experiencias de Lorenzo como misionero en Italia ayudaron a prepararlo para toda una vida de servicio. (Foto tomada por Charles Roscoe Savage. Biblioteca de Historia de la Iglesia.)

En septiembre de 1850 mientras serv铆a como misionero en la regi贸n de Piamonte en los Alpes Italianos, Lorenzo Snow tuvo una milagrosa experiencia de sanidad similar a la que tuvo su suegro, Wilford Woodruff. [15] En la ma帽ana del 6 de septiembre, el 茅lder Snow se enter贸 de que Joseph Grey, el hijo menor de la familia con quienes se alojaba, se estaba muriendo 鈥渟eg煤n todas las apariencias humanas.鈥 Escribi贸 que 鈥渟olamente viendo muy de cerca pod铆amos observar que a煤n estaba vivo.鈥 Deseando ayudar al muchacho, el 茅lder Snow escribi贸 que 鈥渓e ped铆 al Se帽or que nos ayudara en esta ocasi贸n. Lo que sent铆 entonces, no se borrar谩 f谩cilmente de mi memoria.鈥 [16]

A la ma帽ana siguiente, Lorenzo habl贸 con su compa帽ero misional, el 茅lder Stenhouse, y le sugiri贸 que deber铆an 鈥渁yunar e ir a orar a las monta帽as.鈥 Cuando iban hacia all谩, visitaron a Joseph otra vez. El 茅lder Snow describi贸 la apariencia del enfermo: 鈥淟os globos de sus ojos estaban hacia arriba鈥攕us p谩rpados ca铆dos y cerrados鈥攕u cara y sus orejas muy delgadas, y ten铆an la palidez del matiz del m谩rmol, que era s铆ntoma de que se acercaba el fin. El sudor fr铆o de la muerte cubr铆a su cuerpo tal como si el aliento de vida se le hubiera agotado.鈥 La madre del ni帽o y otras mujeres en la habitaci贸n estaban llorando, y el padre del muchacho, le susurr贸 al 茅lder Snow 鈥溌e muere!鈥 鈥溌e muere!鈥

Cuando llegaron a la monta帽a, los 茅lderes Snow y Stenhouse oraron al Se帽or y le pidieron que salvara la vida del ni帽o. El 茅lder Snow coment贸: 鈥淣o se de ning煤n sacrificio que yo pudiera hacer, que no estuviera dispuesto a ofrecer a fin de que el Se帽or concediera nuestra petici贸n.鈥 Posteriormente, esa tarde, regresaron al hogar de la familia Grey y consagraron aceite para la unci贸n de los enfermos. Entonces, relat贸 el 茅lder Snow, 鈥淯ng铆 mi mano y la puse sobre la cabeza del ni帽o, mientras que en silencio ofrecimos los deseos de nuestro coraz贸n para su mejor铆a. Unas pocas horas despu茅s, regresamos, y el padre, con una sonrisa de gratitud, dijo: 鈥樎ieux beaucoup! 隆beaucoup!鈥 [隆Mucho, mucho mejor!]鈥 [17]

Joseph F. Smith

El Presidente Joseph F. Smith ten铆a un gran cari帽o por los ni帽os. Un domingo, al asistir a una conferencia de estaca como la Autoridad General visitante, el Presidente Smith presenci贸 un incidente que no debi贸 haber ocurrido. El edificio estaba lleno y todos los asientos estaban ocupados. Sentado en el estrado viendo a la congregaci贸n vio a una mujer grande que lleg贸 tarde. Ella camin贸 hacia el frente del sal贸n, con rudeza jal贸 a una ni帽a que estaba sentada muy tranquila en su asiento, y se sent贸 en su lugar. La ni帽a ahora estaba parada en el pasillo porque ya no ten铆a asiento. Seg煤n el bi贸grafo de Joseph F. Smith, su hijo Joseph Fielding Smith, el 鈥淧residente Smith le pidi贸 a alguien que le trajera a la ni帽a y 茅l le ofreci贸 un asiento a su lado. Entonces, cuando se dirigi贸 a la congregaci贸n les mencion贸 el incidente y dijo que los peque帽itos ten铆an tanto derecho a sentarse en la congregaci贸n de los Santos as铆 como los adultos, especialmente cuando aquellos hab铆an llegado temprano para conseguirlo. Aunque por naturaleza, un joven debe ceder su asiento a los ancianos o los d茅biles, a煤n as铆 ten铆an derecho a ser tratados con respeto y consideraci贸n.鈥 Entonces el Presidente Smith dijo que fue el Salvador quien ense帽贸: 鈥淒ejad a los ni帽os venir a m铆鈥 (Marcos 10: 14). [18]

Heber J. Grant

Heber J. Grant ten铆a s贸lo nueve d铆as de edad cuando su padre Jedediah M. Grant, de cuarenta a帽os de edad (que serv铆a como consejero del Presidente Brigham Young en la Primera Presidencia) se enferm贸 y muri贸 repentinamente el 1 de diciembre de 1856. Habiendo sido criado por su madre viuda, Heber J. Grant recordaba lo que ella sufri贸 y con frecuencia buscaba a viudas a quienes pudiera ayudar. Un a帽o durante la 茅poca navide帽a, encontr贸 a una viuda enferma y que estaba atrasada seis meses en los pagos de su casa. 脡l pag贸 personalmente las cuentas de ella y le dio dinero para que pudiera comprarse un regalo para la Navidad. Tambi茅n, con frecuencia invitaba a viudas para que los acompa帽aran a 茅l y a su esposa Augusta, cuando paseaban en el autom贸vil. Una de las viudas que disfrut贸 de esas bondades dijo: 鈥淓s muy conocido que 茅l compart铆a libremente de sus bienes, pero yo creo que compartir amablemente su autom贸vil con otras personas que ser铆an m谩s felices por recibir esa invitaci贸n, es evidencia de su coraz贸n entendido鈥 [19]

George Albert Smith

George Albert SmithGeorge Albert Smith apoy贸 grandemente a los Boy Scouts of America (Biblioteca de Historia de la Iglesia.)

El Presidente George Albert Smith con frecuencia se desviaba de su camino para ser bondadoso con otros. En el a帽o 1935, un misionero que recientemente hab铆a regresado de Europa fue el receptor de esa bondad. Mientras serv铆a en Europa, el misionero hab铆a ayudado a organizar la primera tropa de Boy Scouts [exploradores] que fue registrada oficialmente all铆. Despu茅s de su misi贸n, en su viaje de regreso a Utah sigui贸 el consejo de su presidente de misi贸n y visit贸 las oficinas generales de los Scouts en la ciudad de Nueva York. Al entrar al edificio, pidi贸 hablar con uno de los ejecutivos menores a quien hab铆a conocido durante un congreso de los Scouts. Su conocido no estaba en la oficina, pero fue invitado a reunirse con el doctor Fisher, el oficial mayor de los Scouts. Despu茅s de una agradable conversaci贸n, el doctor Fisher dijo: 鈥淰amos a tener una comida para los Baden-Powells [el ingl茅s fundador del programa de los Boy Scouts] en el hotel Waldorf el pr贸ximo martes a la una de la tarde. Van de regreso a Inglaterra despu茅s de una gira mundial por el programa scout. George Albert [Smith] ha solicitado una mesa para diez, y estoy seguro que 茅l querr谩 que est茅s en su mesa.鈥 Elder Smith sirvi贸 como miembro del comit茅 ejecutivo nacional de los Boy Scouts of America. El ex-misionero trato de disculparse diciendo que el 茅lder Smith 鈥渢endr铆a a varias personas m谩s importantes en su mesa que a un simple misionero de regreso de Europa.鈥 El doctor Fisher solamente se ri贸 y dijo que 茅l conoc铆a mejor a George Albert Smith que el misionero, y le dijo: 鈥淧res茅ntate en el Waldorf el pr贸ximo martes a la 1:00 p.m..鈥

El martes siguiente, cuando lleg贸 al Hotel Waldorf, el ex-misionero se sinti贸 fuera de lugar pues no conoc铆a a nadie en esa recepci贸n. De repente, George Albert Smith entr贸 al sal贸n, camin贸 hacia el j贸ven y dijo :驴hermano?鈥 El joven trat贸 de disculparse por ser una imposici贸n. El 茅lder Smith respondi贸 de inmediato 鈥溌縄mposici贸n? 隆debo decir que no! Me disculpo por tenerte esperando. Hemos estado muy ocupados en la reuni贸n del consejo. Nos involucramos tanto que al doctor Fisher se le olvid贸 mencionar, hasta hace un momento, que te unir铆as con nosotros. 隆Entra, estamos a punto de comenzar!鈥

George Albert Smith lo tom贸 del brazo y lo gui贸 a la mesa en la cual estaban sentados varios hombres, prominentes Santos de los 脷ltimos D铆as, que eran l铆deres en el programa de los Boy Scout. Esa noche, antes de salir, el Presidente Smith invit贸 al ex-misionero a que lo visitara en su oficina en Salt Lake City. El joven misionero que se benefici贸 de la bondad del Presidente Smith era G. 魅影直播r Durham, quien posteriormente sirvi贸 como miembro de la Presidencia del Primer Qu贸rum de los Setenta. [20] Acerca de ese evento en julio de 1935, el 茅lder Durham escribi贸:

[Este] evento del 16 de julio, quiz谩s fue un incidente insignificante en los anales
del hombre. Pero para el joven del caso, signific贸 una experiencia, una conmovedora experiencia, que vivir谩 para siempre. Hab铆a sido el recipiente de un buen acto del hombre que pose铆a el Castor de Plata y el B煤falo de Plata [los honores m谩s altos del escultismo]. Un hombre muy ocupado sali贸 de su camino para realizar un acto de reconocimiento de otro ser humano, un acto bondadoso que indic贸 que el futuro debe ser amigable, no lleno de temor e inseguridad. Unas semanas despu茅s, en las oficinas del Consejo de los Doce, ese mismo l铆der generoso, puso su brazo en el hombro del joven y le dio este consejo: 鈥淩ecuerda, que vivimos vidas eternas.鈥 [21]

Posteriormente, el 茅lder Durham comparti贸 esta capitulaci贸n de la gran bondad del Presidente George Albert Smith: 鈥淟a vida del Presidente Smith estuvo llena de buenos actos hacia sus semejantes. Sus actos bondadosos llegaron a ser leyenda y aumentaron con los a帽os. Muchos fueron conmovedores. M谩s que unos cuantos tuvieron una fuerza dram谩tica tremenda. Unos pocos pueden haber sido peque帽os, pero a煤n as铆, la fuerza conmovedora detr谩s de cada uno de ellos, vivir谩 y crecer谩.鈥 [22] Glen Stubbs, uno de los bi贸grafos del Presidente Smith escribi贸 que George Albert Smith 鈥渘o era alguien que pregonara sus buenos actos desde los techos de las casas, pero quienes le conocieron mejor, supieron de sus muchos, no solicitados, actos de bondad hacia el enfermo, el anciano, la viuda, el ni帽o, el estudiante, el ciego, el l铆der de la Iglesia, la comunidad, su familia y sus amigos. El tema dominante de su vida fue el servicio a la humanidad.鈥 [23]

David O. McKay

Antes de ser llamado como Autoridad General, David O. McKay fue maestro de escuela en la Weber Academy en Ogden, Utah, y posteriormente sirvi贸 all铆 como el director. A principios del siglo veinte, era costumbre que los muchachos se dieran de baja de la escuela en la primavera para poder ayudar a sus familias con las siembras de primavera; luego se re-inscrib铆an en la escuela en el oto帽o. En una primavera, David invit贸 a todos los que necesitaran salir, que fueran a su oficina para llenar los documentos necesarios. Para el fin del d铆a, muchos j贸venes granjeros hab铆an visitado su oficina, 鈥渞iendo, palmeando y salud谩ndolo; todos hab铆an venido a darse de baja, con miras a las siembras de primavera.

Despu茅s de que todos los muchachos hab铆an salido de la escuela, David not贸 a un muchacho pelirrojo que estaba de pie solo . El muchacho camin贸 hasta la puerta de la oficina y dijo: 鈥淪e帽or, parece que yo tambi茅n me tengo que dar de baja. Simplemente no tengo los medios para el resto de la primavera. Voy a tener que trabajar tiempo completo. Pero voy a regresar despu茅s. Voy a terminar mi educaci贸n.鈥 El director McKay identific贸 al muchacho como Aar贸n Tracy, un hu茅rfano de diecisiete a帽os de edad que hab铆a recibido muy poca educaci贸n previa; tambi茅n sab铆a que Aar贸n hab铆a vivido en una docena de hogares substitutos. David se acerc贸 a Aar贸n y lo invit贸 a que caminara con 茅l a su casa鈥攗na casa de dos pisos鈥攁 s贸lo cuatro cuadras de la escuela. En el camino, el Presidente McKay le dijo a Aar贸n: 鈥淢i esposa necesita a alguien que le ayude con las tareas de la casa. Yo puedo usar a alguien para que orde帽e la vaca y maneje el carro de caballos y atienda a los caballos. Si quieres traer tus cosas y mudarte con nosotros, tenemos un cuarto extra en la planta alta.鈥 Despu茅s de que Aar贸n acept贸 esa generosa propuesta, David dijo: 鈥淰amos a casa para explic谩rselo a la se帽ora Mckay.鈥 Se le asignaron varias tareas a Aar贸n鈥攁ccionar la lavadora, orde帽ar la vaca, enganchar el carro de caballos鈥 y conducir al se帽or y la se帽ora Mckay. Los Mckay trataron a Aar贸n como si fuera uno de sus hijos. (Aar贸n, posteriormente sirvi贸 como Presidente del Colegio Weber en Ogden, Utah.) [24]

Joseph Fielding Smith

El Presidente Joseph Fielding Smith era muy dado al servicio, pero daba ese servicio muy calladamente y, hasta donde fuera posible, sin ser visto por el ojo p煤blico. Pas贸 incontables horas 鈥渁consejando al perdido y al oprimido,鈥 escribi贸 miles de cartas para contestar preguntas del evangelio y de las escrituras que recibi贸 de parte de los Santos de los 脷ltimos D铆as, 鈥減ag贸 las cuentas de hospital para los desafortunados, y mand贸 provisiones al hambriento y destituido.鈥 En una ocasi贸n, despu茅s de hablar en la despedida de un misionero, se enter贸 que la familia del misionero solamente hab铆an podido separar la mitad del dinero necesario para sostenerlo. El Presidente Smith, calladamente, le dijo al hermano mayor del misionero que cada mes fuera a su oficina en la cabecera de la Iglesia a recoger un cheque por la cantidad faltante. 鈥淯n mes, el misionero escribi贸 a su casa diciendo que ese mes 茅l podr铆a pasarla bien con menos de la cantidad habitual, as铆 que su hermano mayor no fue a recoger el cheque del Presidente Smith. Al mes siguiente, cuando fue a recoger el cheque, recibi贸 un fuerte rega帽o del Presidente Smith quien le dijo: 鈥楴o viniste el mes pasado a recoger el dinero, y quiero que sepas que 隆no tienes el derecho de negarme la bendici贸n de ayudar a ese joven!鈥欌 [25]

Harold B. Lee

Durante la Gran Depresi贸n, el Presidente Harold B. Lee desempe帽o un papel importante en la creaci贸n y el desarrollo del sistema de bienestar de la Iglesia. Sinti贸 intensamente las necesidades de las familias que lo rodeaban. Una Navidad durante la d茅cada de los a帽os 1930 mientras serv铆a como presidente de estaca, su hija cruz贸 la calle para mostrarle a Donna Mae, su amiga y vecina, la nueva mu帽eca que hab铆a recibido por la Navidad. Pocos minutos despu茅s su hija regres贸 llorando a casa. Cuando el Presidente Lee le pregunt贸 cu谩l era la causa de su tristeza, la hija le dijo que su amiga no hab铆a recibido nada para la Navidad. 鈥淪anta Claus no hab铆a llegado a su casa.鈥 Casi cuarenta a帽os despu茅s, en 1973, en un discurso para los empleados de Deseret Industries, el Presidente Lee record贸 que 鈥渇ue demasiado tarde cuando nos acordamos que el padre de esa familia estaba sin trabajo. Aunque no era miembro de la Iglesia, tratamos de compartir nuestra Navidad con sus ni帽os. Para m铆 esa fue una navidad muy dif铆cil. No disfrut茅 la comida que hab铆amos preparado para ese d铆a, porque yo, como presidente de la estaca, no hab铆a estado en contacto con la gente de mi estaca.

Para asegurarse que el problema no se volviera a repetir al siguiente a帽o, el Presidente Lee dijo: 鈥淗icimos preparativos, hicimos una encuesta, y encontramos que ten铆amos m谩s de mil personas que necesitaban ayuda durante esos tiempos dif铆ciles. As铆 que nos alistamos reuniendo juguetes y los llevamos al viejo almac茅n. Luego los padres y madres vinieron y ayudaron a arreglar los juguetes, arm谩ndolos, vistiendo a las mu帽ecas, y cosiendo cosas.鈥 Esa navidad su estaca provey贸 鈥渘aranjas y manzanas. Hubo roast beef y toda las guarniciones necesarias para la comida de navidad. Los obispos hicieron arreglos para que se les entregara a todas las familias necesitadas, y luego me llamaron para informarme que hab铆an visitado a todos.鈥 Al comentar sobre la diferencia que esos servicios hab铆an causado, el Presidente Lee dijo: 鈥淓se a帽o cuando me sent茅 para nuestra comida de Navidad, sent铆 que podr铆a disfrutarla, porque, hasta donde sab铆a, todas las familias en mi estaca estaban teniendo una buena Navidad.鈥 [26]

Spencer W. Kimball

Spencer W KimballRetrato del Presidente Spencer W. Kimball. (Pintado por Eldon Keith Linschoten, 漏 Intellectual Reserve, Inc.)

El Presidente Spencer W. Kimball sufri贸 muchas veces en su vida a causa de problemas de salud. Despu茅s de haber sido llamado como Ap贸stol, sufri贸 un fuerte ataque cardiaco y continu贸 experimentando dolores en el pecho durante alg煤n tiempo. Un poco m谩s de un a帽o despu茅s del infarto viaj贸 Arizona para recuperarse. Mientras estuvo all铆 invit贸 a un amigo que 鈥減arec铆a estar perdi茅ndose espiritualmente鈥 para que lo acompa帽ara a acampar durante un fin de semana. Su amigo se ofreci贸 a comprar la comida que necesitar铆an. El 茅lder Kimball le dijo que no iban a necesitar alimentos porque esperaba que pudieran ayunar durante todo el fin de semana.

El amigo, por su amistad con Spencer, acept贸 ir. 鈥淎camparon desde el s谩bado hasta el lunes en una pradera en lo alto de las monta帽as, leyeron las escrituras, oraron y platicaron.鈥 El lunes, cuando lleg贸 la hora de regresar, su autom贸vil no arranc贸. Despu茅s de una combinaci贸n de tratar de arreglarlo y de orar, el auto funcion贸, y, el Presidente Kimball estuvo muy contento al saber, tiempo despu茅s, que su amigo estaba otra vez activo en la Iglesia. [27]

Ezra Taft Benson

Sheri L. Dew, comparti贸 un incidente de la vida del Presidente Benson que nos permite conocer sus prioridades. En el a帽o 1979, durante una visita de cuatro horas a Atenas, Grecia, el Presidente Benson se enter贸 que un griego, miembro de la Iglesia, se hab铆a negado a renunciar a ella, aunque lo hab铆an presionado intensamente para que lo hiciera. A sus ni帽os no los aceptaron en la escuela, y su negocio propio fue boicoteado. Fue tanta la persecuci贸n que el hombre se inactiv贸. Aunque solamente ten铆a pocas horas en la ciudad, el Presidente Benson consigui贸 un autom贸vil y cruz贸 todo Atenas para visitar a ese hombre. Imag铆nense la sorpresa y el susto que se llev贸 ese hombre cuando al abrir la puerta se encontr贸 con Ezra Taft Benson, el Presidente del Qu贸rum de los Doce Ap贸stoles, parado a la entrada de su casa.

Uno de los hombres que viajaban con el Presidente Benson, describi贸 ese encuentro: 鈥淓l Presidente Benson quiso escuchar los problemas de este hombre de sus propios labios. El Presidente se conmovi贸 con lo que escuch贸. Antes de que sali茅ramos, el Presidente Benson abraz贸 a este hombre y le dijo 鈥楧ios te bendiga, mi hermano. Quiero que sepas que nuestras oraciones est谩n contigo.鈥 El hombre estaba llorando. Al partir, el Presidente Benson volte贸 hacia m铆 y me dijo que anotara el nombre y apellido del hombre y los nombres de sus hijos, y que, tan pronto como regres谩ramos, los pusiera en la lista de oraci贸n del templo.鈥

Varios meses despu茅s, el presidente del distrito de Atenas visit贸 Salt Lake City y report贸 鈥渆l resto de la historia.鈥 El boicot se hab铆a levantado. Los ni帽os pudieron regresar a la escuela y el hombre estaba activo en la Iglesia otra vez. Al resumir la experiencia, el ayudante del Presidente Benson dijo: 鈥淓l Presidente Benson le dio a ese hombre que hab铆a estado desanimado y aplastado, el valor para regresar.鈥 [28]

Howard W. Hunter

Howard y su esposaHoward W. Hunter y su esposa Clara Jeffs Hunter. Elder Howard le brind贸 a su esposa un cuidado amoroso los 煤ltimos a帽os de la vida de ella.. (漏 Intellectual Reserve, Inc.)

Aunque fue Presidente de la Iglesia solamente durante nueve meses, Howard W. Hunter sirvi贸 como Ap贸stol durante m谩s de tres d茅cadas y media. Durante doce de esos a帽os, le brind贸 a su esposa. Clara, un cuidado magn铆fico a medida que ella se agrav贸 en su enfermedad. Sus problemas de salud comenzaron a principios de los a帽os 1970 al sufrir fuertes dolores de cabeza y la p茅rdida de la memoria. En febrero de 1973, los m茅dicos descubrieron un co谩gulo de sangre en su cuello. En el a帽o 1975 su pulm贸n izquierdo se paraliz贸, y sufri贸 fuertes dolores en el pecho y el brazo que la obligaron a someterse a cirug铆a. El 茅lder Hunter la visit贸 en el hospital tres veces al d铆a durante muchas semanas. Despu茅s de salir del hospital, los ex谩menes revelaron que Clara hab铆a desarrollado la diabetes de los adultos, y Howard aprendi贸 a efectuar en la casa las pruebas de sangre que ella necesitaba. A medida que su salud se deterior贸, el 茅lder Hunter insisti贸 en cuidarla 茅l mismo durante las noches, lo que ocasion贸 que 茅l durmiera muy poco durante varios a帽os, a la vez que cumpl铆a con sus responsabilidades importantes como Ap贸stol. En el a帽o 1981, Clara sufri贸 una hemorragia cerebral y perdi贸 la capacidad para caminar. Para abril de 1982, su salud declin贸 hasta el punto de tener que ser recluida en un hogar para ancianos. El 茅lder Hunter la visitaba varias veces al d铆a cuando no ten铆a que viajar fuera de la ciudad por sus actividades apost贸licas. Clara falleci贸 en octubre de 1983. Seg煤n Eleanor Knowles, la bi贸grafa del Presidente Hunter, 茅ste siempre estuvo optimista y apoyando a su esposa durante toda su adversidad. El Presidente James E. Faust mencion贸: 鈥淎lgunas veces ella sonre铆a y le respond铆a 煤nicamente a Howard. La ternura evidente en su relaci贸n enternec铆a el coraz贸n y conmov铆a. Nunca hab铆a visto tal ejemplo de devoci贸n de un esposo hacia su esposa.鈥 [29]

Gordon B. Hinckley

Durante la guerra de Vietnam, el 茅lder Gordon B. hinckley viaj贸 a Da Nang, en Vietnam del Sur, para visitar y reunirse con los militares Santos de los 脷ltimos D铆as. Despu茅s de llegar a Da Nang, el 茅lder Hinckley fue conducido a una caba帽a Quonset que serv铆a como capilla. M谩s de cien soldados SUD vinieron a reunirse con 茅l. A medida que los soldados entraban a la peque帽a caba帽a de metal, amontonaban sus rifles M-16 en las 煤ltimas dos hileras y se sentaban para o铆r a un Ap贸stol del Se帽or. Posteriormente, el 茅lder Hinckley escribi贸: 鈥淣unca olvidar茅 ese cuadro ni esa reuni贸n. 隆Qu茅 vista tan maravillosa! 隆Qu茅 magn铆fico grupo formaban estos hermanos nuestros. Los amamos al momento que los vimos a los ojos.鈥 [30]

Tres soldados SUD hab铆an muerto durante la semana anterior, y 鈥渆l elder Hinckley empez贸 la reuni贸n con un servicio en memoria de ellos y la concluy贸 invitando, a todo el que deseara hacerlo, a que expresara su testimonio.鈥 [31] Mientras les hablaba a los soldados, el 茅lder Hinckley ofreci贸 contactar a los miembros de sus familias y seres queridos en sus hogares. Casi todos ellos anotaron un n煤mero telef贸nico en la lista que se pas贸 entre los asistentes. Y como lo coment贸 uno de los oficiales: 鈥淓l 茅lder Hinckley nos hizo sentir que no est谩bamos olvidados. Su visita elev贸 nuestra moral de una forma sensacional. Nos hizo sentir que 茅ramos hombres buenos y honestos, y que lo que est谩bamos haciendo era honorable.鈥 De ese evento, el 茅lder Hinckley escribi贸 en su diario que fue 鈥渦na experiencia magn铆fica y deprimente el estar tan cerca de estos buenos j贸venes, hombres que pose铆an y honraban el sacerdocio, hombres que valientemente estaban cumpliendo su deber como ciudadanos de este pa铆s, pero que preferir铆an estar haciendo alguna otra cosa. Mientras hablaba con ellos pens茅 que deber铆an estar en la escuela. . . . en vez de estar patrullando con temor en la obscuridad de la jungla asi谩tica en donde la muerte llega tan r谩pida, silenciosa y definitivamente.鈥 Y continu贸:

Estos son los j贸venes que corr铆an, re铆an y jugaban a la pelota all谩 en casa, que iban por las carreteras manejando autos viejos, que bailaban con muchachas preciosas en los bailes de Verde y Oro, y que administraban los sacramentos los domingos. Estos son los muchachos que vienen de buenos hogares en donde las s谩banas est谩n limpias y las regaderas tienen agua caliente, pero que ahora sudan d铆a y noche en esta tierra atormentada, a quienes se les dispara y que, en respuesta ellos disparan tambi茅n, que han estado cerrando heridas en el pecho de uno de los compa帽eros y que han matado a quienes los pudieron haber matado a ellos. Pens茅 en la terrible in-equidad del sacrificio que se requiere por la causa de la libertad de los humanos. [32]

Thomas S. Monson

Hay tantas historias que muestran el servicio compasivo del Presidente Monson, que formar铆an una legi贸n. El Presidente Monson 鈥渆ntiende lo que requiere el Se帽or: simplemente estar dispuesto a servir a la gente, buscar en los rincones olvidados a lo largo de las calles obscuras, y mirar a los ojos que parecen haber perdido la esperanza.鈥 [33] Durante los a帽os 1970, cuando la Cortina de Hierro y el Muro de Berl铆n a煤n estaban de pie, a los miembros de la Iglesia que viv铆an en la Rep煤blica Federal Alemana [GDR por sus siglas en ingl茅s] no se les permit铆a salir de las fronteras de su pa铆s, lo que hac铆a imposible que pudieran recibir las ordenanzas del templo. En una de sus muchas visitas a la GDR, el 茅lder Monson estaba sentado en un auto junto con Gunther e Inge Shulze, que eran fieles miembros de Iglesia de tercera generaci贸n. Cuando el 茅lder Monson sugiri贸 que la Iglesia podr铆a enviar una carta invit谩ndolos a visitar un templo fuera de Alemania Oriental, ellos respondieron: 鈥淣uestra posici贸n aqu铆 es muy sensible.鈥 Cuando ya se iban, el 茅lder Monson les pidi贸 que regresaran y dijo: 鈥淪iento que al Se帽or le gustar铆a ver que ustedes sean investidos en Su santa casa. Ustedes son gente digna; son de conducta ejemplar; son fieles en el cumplimiento de sus responsabilidades en la Iglesia. Confiemos en el Se帽or. Permitamos que nuestra fe exceda a nuestras dudas.鈥 El 茅lder Monson report贸 que: 鈥渘os arrodillamos en el estacionamiento en la lluvia y volcamos [nuestros] corazones a Dios.鈥 La invitaci贸n se envi贸 y, sorprendentemente, el gobierno de Alemania Oriental permiti贸 que los hermanos Schulze asistieran al templo. [34]

Resumen

En hechos 10: 38 Pedro le explic贸 a Cornelio que Jes煤s de Nazaret fue alguien que 鈥渁nduvo haciendo bienes. . . . porque Dios estaba con 茅l.鈥 Pedro, primero como Ap贸stol y luego como l铆der de la Iglesia en el meridiano de los tiempos, demostr贸 una gran humildad mediante el servicio que dio a otros. Pedro busc贸 emular a Cristo en esta manera y en muchas otras. As铆 mismo, los profetas que han servido en nuestra dispensaci贸n han seguido el ejemplo caritativo de Pedro, tal como una vez lo explic贸 el Presidente Spencer W. Kimball: 鈥淢ientras m谩s sirvamos a nuestros semejantes, mayor sustento para nuestras almas. . . . Llegamos a ser m谩s completos al servir a otros; de hecho, es m谩s f谩cil 鈥榟allarnos鈥 a nosotros mismos porque 隆hay mucho m谩s de nosotros que encontrar!鈥 [35] Los diecis茅is Presidentes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los 脷ltimos D铆as han demostrado que hay, en verdad, sustento para sus almas.

Notas

[1] 鈥淎unque es posible que sea Juan Marcos, probablemente este Juan es el hijo de Zebedeo.鈥 Charles M. Laymon, editor, The Interpreter鈥檚 One Volumen Commentary on the Bible (Nueva York: Abingdon Press, 1971), p谩gina 732

[2] Existe cierta incertidumbre con respecto al lugar exacto de la puerta la Hermosa. Por ejemplo, Luke Timothy Johnson sugiere que 鈥渘o podemos estar seguros de la identidad de dicha puerta. En el libro Jewish War 2:411, Josefo mencion贸 una 鈥淧uerta de Bronce鈥 en el lado este del templo, y enfatiza expresamente que su valor era mayor que si estuviera 鈥榝orrada con plata y oro,鈥 ya que estaba hecha de bronce de Corinto (Jewish War, 5: 201), pero nunca menciona una puerta llamada 鈥榣a Hermosa鈥 . . . . 驴Acaso [Lucas] trata de que sus lectores capten el hecho de la plata y el oro que se asocian con las puertas del templo? Luke Timothy Johnson, The Acts of the Apostles, Sacra Pagina Series, vol. 5, editado por Daniel J. Harrington (Collegeville, MN: The Liturgical Press, 1992), p谩gina 65. El erudito b铆blico Johannes Munck agrega que 鈥渆s muy incierto saber si la puerta estaba colocada a la entrada de los terrenos del templo o en la entrada a los edificios del templo鈥 Johannes Munck, The Anchor Bible: The Acts of the Apostles, revisado por William F. Albright y C. S. Mann (Nueva York: Doubleday, 1967), p谩ginas 24-25. Otros eruditos est谩n m谩s seguros con respecto a la localizaci贸n de la puerta. Por ejemplo, el reverendo James M. Freeman compara la puerta 鈥渓a Hermosa鈥 con la 鈥淧uerta Susana鈥 y la identifica como la entrada al Patio de las Mujeres. Ver del reverendo James M. Freeman Manners and Customs of the Bible (Plainfiel, NJ: Logos International, 1972), p谩gina 373.

[3] Como algo adicional, la versi贸n de la Biblia del rey Santiago implica que el cojo ya estaba pidiendo limosnas (ver Hechos 3:2) cuando Pedro y Juan lo vieron. Otras traducciones implican que al cojo 鈥渓o estaban llevando a los terrenos del templo鈥 (Nueva Versi贸n Internacional) cuando ocurri贸 el contacto inicial.

[4] Al igual que muchas culturas del mundo antiguo, los jud铆os de la 茅poca de Pedro, divid铆an el d铆a en horas y 鈥渃ada una de esas horas era la doceava parte del tiempo entre la salida y la puesta del sol. Por tanto, las horas variaban en su longitud de acuerdo a la 茅poca del a帽o, durante el verano, las horas eran m谩s largas que las del invierno. . . . La primera hora comenzaba al salir el sol, la sexta hora terminaba al medio d铆a, y la doceava hora terminaba al ponerse el sol. La tercera hora divid铆a el per铆odo entre la salida del sol y el medio d铆a, y la novena hora entre el medio d铆a y la puesta del sol. . . . La 鈥榥ovena hora鈥. . . era como a las tres de la tarde.鈥 Ver de Freeman Manners and Customs of the Bible, p谩ginas 429-430. Algunas traducciones de la Biblia simplemente reemplazan 鈥渓a hora novena鈥 de Hechos 3:1 con 鈥渓as tres de la tarde鈥 (Nueva Versi贸n Internacional) o con 鈥渓a reuni贸n diaria de oraci贸n de las tres鈥 (Biblia Viva). Ver tambi茅n The Interpreter;s One Volume Commentary on the Bible p谩gina 732.

[5] El servicio del templo en la tarde se remonta a las instrucciones de 脡xodo 29: 38-42; N煤meros 28:1-8; ver de Josefo Antiquities of the Jews, 14:66. Que tambi茅n esa era la hora tradicional para orar se sugiere en Daniel 6:10; y 9:21, as铆 como en m. Tamid 5:1 y 6:4.鈥 Johnson, The Acts of the Apostles p谩gina 65.

[6] Luke Timothy Johnson indica que 鈥渆n el Judaismo, el compartir lo que uno ten铆a al dar limosnas (别濒别聭尘辞蝉测苍聭) era una expresi贸n de 鈥榟acer lo justo (sedek芒 = dikaiosyn聭)鈥欌 Johnson, The Acts of the Apostles, p谩gina 66.

[7] Laymon, The Interpreter鈥檚 One Volume Commentary on the Bible, p谩gina 732.

[8] 鈥淓l uso del adverbio 辫补谤补肠丑谤聭尘补 (鈥榓l instante, inmediatamente鈥) es caracter铆stico del asombro de Lucas (Lucas 1: 64; 4: 39; 8: 44, 47, 55; 13:13; 18:43; Hechos 5: 10; 12: 23; 13: 11). Nuevamente, que se use en el Evangelio en la curaci贸n del paral铆tico (Lucas 5:25) es digno de tomarse en cuenta.鈥 Johnson, The Acts of the Apostles, p谩gina 66.

[9] 鈥淓l uso de la frase 鈥榞lorificando a Dios鈥 es muy t铆pica de Lucas (Lucas 2:20; 5:25-26; 7:16; 13:13; 17:15; 18:43),鈥 Johnson, The Acts of the Apostles, p谩gina 66.

[10] Citado por Eldred G. Smith, en Conference Report, abril de 1967, p谩gina 77.

[11] 鈥淩ecollections of the Prophet Joseph Smith,鈥 Juvenile Instructor 27, n煤m. 5 (1 de marzo de 1892), p谩gina 153.

[12] Benjam铆n L. Rich, Ben E. Rich: An Appreciation by His Son (Salt Lake City: n.p., 1950), p谩ginas 32-33. El ni帽o era Ben E. Rich hijo del 茅lder Charles C. Rich quien estaba sirviendo como presidente de la Misi贸n Brit谩nica de la Iglesia.

[13] John Taylor en Conference Report, abril de 1880, p谩ginas 61-65.

[14] Wilford Woodruff, Leaves from my Journal (Salt Lake City: Juvenile Instructor Office, 1882), p谩ginas 53-55.

[15] Lorenzo Snow se cas贸 el 4 de abril de 1859 con Phoebe Amelia Woodruff, hija de Wilford Woodruff.

[16] Eliza R. Snow Smith, Biography and Family Record of Lorenzo Snow (Salt Lake City: Deseret News Company, 1884), p谩ginas 128-129.

[17] -Snow, , Biography and Family Record of Lorenzo Snow, p谩ginas 128-129.

[18] Life of Joseph F. Smith, compilado por Joseph Fielding Smith (Salt Lake City: Deseret Book, 1969), p谩gina 441.

[19] Leonard J. Arrington, editor de The Presidents of the Church (Salt Lake City: Deseret Book Company, 1986), p谩ginas 246-247.

[20] G. 魅影直播r Durham, 鈥淎 Daily Good Turn鈥 Improvement Era 54 n煤m. 6 (junio de 1951), p谩ginas 386, 478-479

[21] Glen R. Stubbs, 鈥淎 Biography of George Albert Smith, de 1870 a 1951)鈥 Disertaci贸n Doctoral, Brigham Young University, (1974), p谩gina 277.

[22] Durham, 鈥淎 Daily Good Turn,鈥 p谩gina 479.

[23] Stubbs, 鈥淎 Biography of George Albert Smith,鈥 p谩gina 269.

[24] Keith Terry, David O. McKay: Prophet of Love (Santa B谩rbara, CA: Butterfly Publishing Inc., 1980), p谩ginas 55-56.

[25] Joseph F. McConkie, True and Faithful: The Life Story of Joseph Fielding Smith (Salt Lake City: Publishers Press, 1972), p谩gina 72.

[26] Leonard J. Arrington, 鈥淗arold B. Lee,: en The Presidents of the Church, p谩ginas 357-358.

[27] Edward L. Kimball, 鈥淪pencer W. Kimball,鈥 en The Presidents of the Church, p谩gina 396.

[28] Sheri L. Dew, Ezra Taft Benson: A Biography (Salt Lake City: Deseret Book, 1987), p谩ginas 435-436.

[29] Eleanor Knowles, Howard W. Hunter (Salt Lake City: Deseret Book, 1994), p谩ginas 264-271.

[30] Sheri L. Dew, Go Forward with Faith: The Biography of Gordon B. Hinckley (Salt Lake City: Deseret Book, 1996), p谩ginas 274-275.

[31] Dew, Go Forward with Faith, p谩ginas 274-275.

[32] Dew, Go Forward with Faith, p谩ginas 274-275.

[33] Heidi S. Swinton, To the Rescue: The Biography of Thomas S. Monson (Salt Lake City: Deseret Book, 2010), p谩gina 145.

[34] Swinton, To the Rescue, p谩gina 304.

[35] Spencer W. Kimball, 鈥淪mall Acts of Service,鈥 Ensign, diciembre de 1974, p谩gina 2.